Hierba perenne de hasta 1 m de altura, leñosa en la base, de color verde-azulado. Los tallos son erectos o ascendentes, muy ramificados desde la base, glabros. Las hojas son simples, alternas, pecioladas, pinnatisectas, de haz verde-grisácea, cubierta de glándulas muy visibles, y envés más claro. La inflorescencia es terminal, laxa, glabra, con hasta 8 flores pedunculadas, con brácteas enteras o casi. Las flores son hermafroditas, actinomorfas. Los sépalos son 4, o raramente 5, libres, anchamente ovales, enteros, o levemente crenados, glabros, con glándulas notorias. Los pétalos son 4, excepcionalmente 5, patentes, con el margen laciniado, de color amarillo-verdoso, con glándulas en toda la superficie. Los estambres son 8 o 10, tienen el filamento glabro y amarillo. Los carpelos son 4 o 5, están soldados y tienen glándulas notorias. El fruto es una cápsula dehiscente, rugosa. Las semillas son numerosas, reniformes.
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN :Se distribuye por la franja litoral de la región Mediterránea, y alcanza Arabia y Somalia por el este, y las islas macaronésicas por el oeste. También está naturalizada en zonas mediterráneas o subdesérticas de la costa del Pacífico en el continente americano. Crece en espacios abiertos, pedregosos, en matorrales y ambientes ruderales, con frecuencia próximos al litoral, en lugares secos y calurosos. Desde el nivel del mar y hasta los 1000 m de altitud.
FLORACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN :Presenta una larga floración, desde febrero hasta agosto, siempre que se conserve cierta humedad edáfica. Los frutos se abren a principios de verano para dejar caer, junto a la planta, las semillas gruesas y pesadas, que no presentan ninguna estructura para la dispersión.
CURIOSIDADES :Hoy en #UnaVentanaAlBotànic os hablamos de una especie que ahora florece en nuestro huerto de plantas medicinales y también en muchos jardines, terrazas y balcones. Es una planta mediterránea tóxica pero que, pese a ello, es usada en muchos hogares como repelente de insectos y gatos, por su intenso aroma bituminoso (a alquitrán), menos intenso que el de otras especies del género.
Como otras especies de ruda, contiene heterósidos y alcaloides que la convierten en una planta muy tóxica, por lo que no se debe consumir. Por contacto puede producir fotosensibilidad cutánea que deriva en eritemas y ampollas, en ocasiones graves. También produce aceites esenciales aromáticos por lo que se utiliza en la preparación de ramilletes de hierbas para aromatizar licores y comidas.
Su cultivo está muy extendido desde antiguo por los países mediterráneos y se ha naturalizado en muchas zonas, por lo que es difícil saber qué poblaciones son realmente naturales.
El nombre del género procede de la palabra latina ruta -ae, nombre genérico que se daba a distintas especies de ruda. El epíteto específico procede de latín Chalepum, -i con el que se hacía referencia a la localidad de Halab (la antigua Alepo, en Siria), y el sufijo latino -ēnsis, -ēnse, que indica pertenencia.