Endémica de La Gomera, Islas Canarias (España). En matorrales dominados por leguminosas que se desarrollan preferentemente en los márgenes de los ecosistemas canarios Monteverde y Fayal-brezal. Coloniza andenes, piedemontes o enclaves relativamente alterados a altitudes entre 800 y 1000 m.
DESCRIPCIÓN :Este arbusto, leñoso y muy ramificado, alcanza normalmente los 2 m de altura y presenta grandes hojas ovado-lanceoladas. Éstas, agrupadas en rosetas apicales, tienen color verde azulado por el haz y más claro por el envés. Las flores azules de las densas inflorescencias terminales, tienen forma acampanada, y estambres y pistilo más largos que la corola. Los pequeños frutos, con aspecto de nuez, presentan gruesas espinas y están partidos hasta la base, desarrollandose hasta 4 por cada flor.
FLORACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN :Florece de febrero a abril, pero es ahora en primavera cuando podemos observarla en todo su esplendor. Fructifica de mayo a septiembre.
CONSERVACIÓN :La especie está amenazada, y por eso se ha creado un programa de conservación en las Islas Canarias que ya ha propiciado una cierta estabilidad en sus poblaciones. Los factores que conforman esta amenaza provienen de la misma planta, dada su escasa capacidad de dispersión y el efecto inhibidor que la hojarasca de la planta madura provoca sobre las semillas dispersadas, pero también influyen otros factores como el ganado incontrolado, la competencia con especies alóctonas y la hibridación con otras especies del género Echium.
CURIOSIDADES :El nombre de la especie viene de su característico fruto espinoso. Acanthocarpum, procede del griego akanthos, que significa púa o aguja, y Karpos, que significa fruto.
Aún así, son sus flores las que cobran importancia como excelentes productoras de miel, ya que están especialmente adaptadas a la polinización de abejas y abejorros. El néctar se produce en el fondo, obligando al insecto a penetrar en la flor e impregnando su torso con el polen.
CULTIVO EN EL JARDÍN :Crecerá muy bien en suelos bien drenados y con bastante materia inorgánica. Podemos añadir lava o piedra pómez machacada al humus. Prefiere posiciones soleadas pero frescas y se multiplica por semillas.